miércoles, 23 de diciembre de 2015




“No todo ocurre por una razón”

Estoy escuchando a un hombre contar una historia. Una mujer que él conoce estuvo en un accidente de auto devastador y ahora vive en un estado de casi permanente dolor: parapléjica, y con muchas de sus esperanzas robadas.

Lo he escuchado un millón de veces antes, pero nunca deja de impactarme: él le dice que piensa que la tragedia ha dado lugar a cambios positivos en su vida. El pronuncia las palabras que no son menos que violencia emocional, espiritual y psicológica: “Todo ocurre por una razón”.

Le dice que esto ha sido algo necesario para su crecimiento. Pero ese es el tipo de basura que destruye vidas. Y es categóricamente una mentira.

Luego de tantos años trabajando con personas en pena como consejero y estratega frente la adversidad, aún me sorprende que estos mitos persistan a pesar de que no son otra cosa que  clichés presentados como una sofisticación. Y peor aún, nos aparta de hacer lo único que debemos hacer cuando nuestras vidas quedan “dadas vuelta”: sufrir el duelo.

Acá está la verdad: así como tan bellamente dijo mi mentora, Megan Devine: “Algunas cosas en la vida no pueden arreglarse. Solo pueden ser soportadas”.

El duelo es brutalmente doloroso. No ocurre solo cuando alguien muere. Cuando  las parejas se separan, se sufre. Cuando las oportunidades se pierden, se sufre. Cuando la enfermedad nos destruye, se sufre.

Perder un hijo no puede arreglarse. Ser diagnosticado con una enfermedad debilitante no puede arreglarse. Enfrentar la traición de nuestro confidente más cercano, no puede arreglarse. Estas cosas solo puede soportarse.

Déjeme ser claro: si usted ha atravesado una tragedia y alguien le dice, de la manera que sea, que su tragedia debía ocurrir, que sucedió por una razón, que lo hará una mejor persona, o que haciéndose responsable por ella, se sentirá mejor, tiene todo el derecho de eliminar esa persona de su vida.

Es verdad, la devastación puede llevar a crecimiento, pero frecuentemente no lo hace. Habitualmente destruye las vidas- en parte porque reemplazamos el dolor con consejos. Con clichés.

Ahora vivo una vida extraordinaria. He sido profundamente bendecido con las oportunidades  que he tenido y la vida radicalmente no convencional que he construido para mí  mismo. Pero la pérdida no ha hecho de mí una mejor persona, de hecho, en algunas cosas, me ha endurecido.

Mientras que la pérdida me ha hecho más atento y más empático al dolor ajeno, también me ha hecho más propenso a esconder. Tengo una mirada más cínica sobre la naturaleza humana y una mayor impaciencia con las personas que no están familiarizadas con lo que la pérdida le hace a las personas. Y sobre todo, he quedado con una culpa generalizada del sobreviviente que me ha perseguido toda mi vida. En pocas palabras, mi dolor nunca se ha ido, simplemente he aprendido a encauzarlo hacia el trabajo con otros. Pero decir que mis pérdidas, de alguna manera, tuvieron que ocurrir para que mis talentos crecieran, sería pisotear en las memorias de todos aquellos que perdí tan joven, de todos aquellos que sufrieron sin razón, y de todos quienes enfrentaron las mismas pruebas que yo, pero no las superaron.

Simplemente, no haré eso. No voy a asumir que Dios me ordenó vivir en lugar de todos los demás, solo para hacer lo que hago ahora. Y ciertamente no voy a pretender que lo logré simplemente porque fui lo suficientemente fuerte,  que fui exitoso porque me hice responsable. Pienso que la gente le dice a los demás que se hagan responsables cuando no quieren comprender.

Responsabilidad personal implica que hay algo de lo que responsabilizarse. usted no se responsabiliza por ser violado o por haber perdido a su hijo. Usted es responsable por la forma en que elije vivir el despertar de los horrores que confronta, pero no elije sufrir su pérdida. No somos tan inteligentes o poderosos. Cuando el infierno lo visita, no podemos escapar al sufrimiento.

Es por esto que los clichés son tan peligrosos: al soltarlos sobre aquellos que decimos amar, les negamos el derecho de sufrir su pérdida. Y al hacerlo, les negamos el derecho de ser humanos. Robamos un poco de su libertad precisamente cuando están parados en la intersección de su mayor fragilidad y desesperación.

He tenido pérdidas muchas veces en mi vida. He sido abrumado por una pena tan grande que casi me ha matado. Aquellos que ayudaron-los únicos que ayudaron- fueron aquellos que simplemente  estuvieron ahí.

Estoy aquí,- he vivido- porque ellos eligieron amarme. Me amaron en silencio, en su voluntad de sufrir conmigo y a mi lado. Ellos me amaron en su deseo de estar tan incómdos, tan destrozados como yo estaba, aunque fuese por una semana, una hora o simplemente unos pocos minutos. La mayoría de la gente no tiene idea de lo profundamente poderoso que esto es.

Curarse y transformarse puede ocurrir. Pero no si no se nos permite hacer el duelo. Porque el duelo no es por sí mismo un obstáculo.

Los obstáculos vienen más tarde. Las elecciones de cómo vivir, como sobrellevar lo que hemos perdido, como armar un nuevo mosaico de nosotros mismos…eso viene con el despertar del duelo.

Pero nuestra cultura trata al duelo como un problema a ser resuelto, una enfermedad a ser curada. Hacemos todo lo posible para evitar, ignorar o transformar el duelo. Así es que ahora, cuando usted enfrenta una tragedia, se encuentra que ya no está más rodeado por personas, está rodeado de clichés.

Entonces, ¿qué ofrecemos en lugar de todo ocurre por una razón?

Lo último que necesita una persona devastada por una pérdida es un consejo. Su mundo ha sido destruido. Invitar a alguien-cualquiera- a su mundo, es un acto de gran riesgo. Tratar de arreglar, racionalizar o eliminar su dolor, solo profundizará su terror.

En lugar de esto, lo más poderoso que usted puede hacer es registrar. Decir, literalmente, estas palabras: “Registro tu dolor. Estoy acá, con vos”.

Note que dije con vos, y no para vos. Decir para implica que usted hará algo. Y no es lo que debe hacer. Pero estar con su ser querido, sufrir con él, hacer cualquier cosa menos “algo”, es increíblemente poderoso.

No hay acto más grande para el otro que el registro.

Y para ello, no se requiere entrenamiento, ni talentos especiales, solo la voluntad de estar presente, y seguir presente hasta tanto sea necesario.

Esté ahí. Solo esté ahí. No se vaya cuando se sienta incómodo o cuando sienta que no está haciendo nada. De hecho, es cuando se siente incomodo y sintiendo que no está haciendo nada cuando debe quedarse.

Porque es en esos lugares-en las sombras del horror raramente nos permitimos entrar-en donde los comienzos de las cicatrizaciones se encuentran. Esta curación se encuentra cuando tenemos a otros que están dispuestos a entrar en ese espacio a nuestro lado. Cada persona de duelo en el mundo, necesita a estas personas.

Le ruego, sea una de esas personas. Usted es más necesario de lo que cree. Y cuando usted se encuentra necesitado de una de esas personas, encuéntrelas. Le aseguro que ahí están.

El resto, puede irse.
 Tim Lawrence


Esto, tan bellamente escrito por el periodista y “estratega frente a la adversidad” Tim Lawrence, nos llama la atención sobre cuánto daño pueden hacer las frases vacías, los “clichés”, que en ocasiones se dicen ante una pérdida dolorosa. Que estas palabras huecas pueden ser más dañinas que de ayuda, por más que sean dichas con la mejor intención y que debemos ser cuidadosos. Porque  algunas cosas en la vida no pueden arreglarse, solo pueden ser soportadas, porque no todo ocurre por una razón.

Quien pierde a un ser querido, su salud, un amor, un sueño…necesita de esas personas especiales que están dispuestas a simplemente estar ahí, sintiendo, doliendo, en silencio, con quien sufre. Sin frases hechas, palabras superficiales, sin dar por sentado que se sabe cómo debe vivir el duelo el otro. Sin aconsejar sobre qué hacer para pasar lo más rápidamente posible ese momento, cómo recuperarse con el menor daño posible, sin sugerir cuánto tiempo debe sufrirse la pérdida, cuánto “sería lógico” que durara el duelo.


“Las lágrimas de hoy son las risas de ayer” leí una vez…el no ver más a quien tanto amamos “merece” nuestras lágrimas. No hacerlo es, como dice Lawrence, pisotear su memoria. Quien no esté dispuesto a acompañarnos en este camino, puede irse.

viernes, 4 de diciembre de 2015

3 de Diciembre: DÍA DEL MÉDICO

Ser Médico es Fácil

Me pides muchacho aclare tus dudas
que como fantasmas, te acosan y apuran.
Seguro que esperas respuestas maduras
que alumbren a giorno tus sombras oscuras.
Sé bien lo que quieres y ansío ayudarte,
porque esas dudas remozan mi sangre
ya que fueron mías al recién graduarme,
algo, poco o mucho, tengo que brindarte.
La ruta es muy larga, casi inalcanzable,
es siempre exigencia, permanente darse,
pensar en los otros, comprender, amarles,
sentir sus dolores, sufrir en su carne.
Ser timón y guía en cada percance:
responsable pleno de sus desenlaces.
Ser hermano, amigo, confesor o padre,
tumba de secretos que jamás violares.
Calmante de angustias, dolores o hambre,
curioso obsesivo que explora incesante
el cuerpo, la psiquis, el mundo o el aire,
sin renunciar nunca a beneficiarles.
Que el fin del balance no pueda acusarte,
que tu meta sea siempre un semejante:
sin nombre, sin cara, al que te entregaste
con toda tu ciencia, tu atención y tu arte.
Recibir por pago lo que no soñaste:
los ojos llorosos de una pobre madre
que rogando al cielo pretende expresarse,
y lágrimas sólo tienen para darte.
Ya ves mi muchacho, no te me acobardes,
vocación ya tienes, completa el bagaje,
junta valentía, honradez, coraje,
y verás entonces: ser médico...es fácil.

Dr. Armando  Lara

domingo, 18 de octubre de 2015

Entrevista que me hizo Paula Torres en FM Milenium 106.7, sobre TOC

Feliz Día de la Madre

Madre hay una sola...
Por culpa del azar o de un desliz, cualquier mujer puede convertirse en Madre. Dios la ha dotado a mansalva del "instinto maternal" con la finalidad de preservar la especie. Si no fuera por eso, lo que ella haría al ver a esa criatura minúscula, arrugada y chillona, sería arrojarla a la basura. 
Pero gracias al "instinto maternal" la mira embobada, la encuentra preciosa y se dispone a cuidarla gratis hasta que cumpla por lo menos 21 años.
Ser madre es considerar que es mucho más noble sonar narices y lavar pañales, que triunfar en una carrera o mantenerse delgada.
Es ejercer la vocación sin descanso, siempre con la cantaleta de que se laven los dientes, se acuesten temprano, saquen buenas notas, no fumen, tomen leche...
Es preocuparse de las vacunas, la limpieza de las orejas, los estudios, las palabrotas, los novios y las novias; sin ofenderse cuando la mandan a callar o le tiran la puerta en las narices, porque no están en nada...
Es llorar cuando ve a los niños contentos y apretar los dientes y sonreír cuando los ve sufriendo.
Es servir de niñera, maestra, chofer, cocinera, lavandera, médico, policía, confesor y mecánico, sin cobrar sueldo alguno.
Madre es alguien que nos quiere y nos cuida todos los días de su vida y que llora de emoción porque uno se acuerda de ella una vez al año : el Día de la Madre.
Es quedarse desvelada esperando que vuelva la hija de la fiesta y, cuando llega hacerse la dormida para no fastidiar.
Es temblar cuando el hijo aprende a manejar, anda en moto, se afeita, se enamora, presenta exámenes o le sacan las amígdalas.
Es entregar su amor y su tiempo sin esperar que se lo agradezcan. Es decir que "son cosas de la edad" cuando la mandan al carrizo
El peor defecto que tienen las madres es que se mueren antes de que uno alcance a retribuirles parte de lo que han hecho. Lo dejan a uno desvalido, culpable e irremisiblemente huérfano.
Por suerte hay una sola Madre. Porque nadie aguantaría el dolor de perderla dos veces.
Isabel Allende

sábado, 19 de septiembre de 2015

Obra de teatro: Vigilia de noche


Vigilia de Noche, escrita por Lars Norén y dirigida por Daniel Veronese.
 Teatro San Martín, Sala Cunill Cabanellas
Actores: Luis Machín, Pilar Gamboa, Walter Jakob y Mara Bestelli. 
Muy interesante, emotiva, conmovedora. Aplausos de pie para Luis Machín, sinceramente descomunal.

Cuentos para Santi

Tengo un blog que hice para mi hijo Santiago, con cuentos cortos de distinto tipo.

http://cuentosparasanti.blogspot.com.ar/

¡Gracias por ayudar con algún aporte!




lunes, 14 de septiembre de 2015

En el final de la vida

Hay personas que honran su condición de ser humano, que dedican toda o parte de su vida al prójimo, sin esperar nada a cambio más allá de la satisfacción que da el ver lo positivo que genera el amor desinteresado, la mano que acaricia, que sostiene, los ojos que miran en profundidad, buscando entender qué necesita el otro y tratar de procurárselo, el abrazo fuerte que a veces no puede ser correspondido físicamente por la pérdida de las fuerzas, pero que se devuelve en agradecimiento, paz de espíritu y serenidad.

Una de esas personas es mi sobrino Tomás. Y aquí va.


sábado, 12 de septiembre de 2015

El TOC no es para reirse




La Organización Mundial de la Salud establece que el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) es una de las 5 enfermedades más discapacitantes, la padece un 2% de la población , aunque se piensa que esta prevalencia puede llegar a un 20% por la gran cantidad de casos no diagnosticados, y aprox. el 58% no recibe el tratamiento adecuado.

Los personas afectadas tienen obsesiones, que son pensamientos o imágenes intrusivas, repetitivas, que producen una profunda angustia, y compulsiones o rituales, que son  comportamientos o actos mentales repetitivos como respuesta a esa obsesión, para evitar la ansiedad que la obsesión produce o para evitar el daño que piensan que puede ocurrir. 

Esto nada tiene que ver con ciertas preocupaciones o acciones “obsesivas” que todos podemos tener. 

En este caso, puede tomar gran parte del día de la persona, y generar un sufrimiento aterrador.

Los pacientes pueden estar horas y horas de su día con obsesiones relacionadas con contaminación, dañarse a sí mismo o a otros, pensamientos castastróficos, o religiosos o sexuales percibidos como inadecuados, y con rituales de lavarse, repetir, chequear, ordenar, rezar, acumular, entre otros.  En el medio de todo esto, la angustia y la desesperación son indescriptibles, la calidad de vida personal, social y laboral se resiente parcial o totalmente y la persona se encuentra envuelto en una situación francamente escalofriante.

Sin embargo, el TOC es motivo de risas y diversión. Basta ir a ver la obra de teatro TOC-TOC o leer páginas e facebook o twitter como EsDeToc. Y los ejemplos son múltiples.





Nadie pensaría que se podría hacer este tipo de bromas con enfermedades como la diabetes, el cáncer, el infarto agudo de miocardio, la esquizofrenia o la anorexia. Pero los pacientes de TOC sufren de una profunda soledad porque el entorno no tiene la menor idea de lo que les está ocurriendo, y si se le cuenta (amigos, colegio, trabajo), habitualmente la respuesta es una sonrisa y el “yo también soy un obsesivo….”. Esto es muy nocivo, se tarda en hacer diagnóstico, se tarda en conseguir un tratamiento adecuado y falta la contención y el apoyo de los otros, fundamental para una buena recuperación.




Mucha gente lo padece y no lo sabe, o lo sabe y no tiene idea que hay tratamientos que pueden mejorar enormemente su calidad de vida.

La ignorancia que lleva a minimizar la situación y al chiste fácil, agrega sufrimiento y aisla. 
Si se piensa que podría haber unos 2 chicos cada 10 (piénsese en un aula del colegio) con TOC, y la mayoría ni lo sabe y por lo tanto lo padece en silencio, es urgente la necesidad de contar con una mejor educación de la población. 

Ser más educados probablemente nos haga más respetuosos. 

El TOC no es para reírse.


domingo, 19 de julio de 2015

Pucha que vale la pena estar vivo!! Acá estoy nuevamente...


Después de una larga ausencia "bloguera", acá estoy. Pasaron muchas cosas muy buenas, más o menos buenas, y de las otras...en fin, la vida. Y me distraje, porque, a veces, a pesar de querríamos que el reloj se detuviera o, por lo menos marchara más solapadamente, él, caprichoso, se empeña en continuar su tarea sin prisa pero sin pausa.

Así transcurrieron unos cuantos meses. Pero acá estoy, vivita y coleando y con la familia nuevamente junta, que no es poco.

Acá les dejo un poema que escuché ayer en el cumpleaños de un amigo, y que me pareció muy emotiva.

Disfruten, y...bienvenidos!!


Porqué quise nacer


Había la insolencia y el desprecio,
el átomo estallado, la matanza,
el hambre repartido entre millones,
la siniestra inquina solapada.
Había la tortura y la violencia,
había la niñez asesinada,
la traición, el cinismo y la mentira,
hollando las simientes que brotaban...

Pero quise nacer, porque sabía
que también está el que enseña y el que sana,
el que cultiva la huerta verdecida,
el que nutre, el que ora y el que canta...
el que promete y cumple, el que acaricia,
el que celebra el sol cada mañana,
el que, en vez de cañones, fragua el bronce
para forjar pacíficas campanas.
Quise nacer para estar entre los simples,
los que creen en la vida y la resguardan:
esa estirpe singular que, construyendo,
hace que valga la pena la llegada.

Y me sumé a sus trabajos cada día:
regué la huerta, forjé mi campana,
procuré hacer felices a los tristes
y dar cobijo a quien lo necesitaba.
Di mis brazos a la siembra y la vendimia,
canté canciones con los que cantaban,
cambié los paños frescos a las fiebres,
y amé con persistencia apasionada.

Y te encontré: tú que lees estas líneas.
te encontré, -porque tú también estabas-,
y aunque no nos conocimos, trabajamos
tú y yo juntos, inocentes y entusiastas.
Donde sea que estuvieras laborando,
en cualquier nación, de cualquier raza,
en cualquier tarea que hayas hecho,
juntos bregamos para que el bien ganara.
Con errores y aciertos, intentamos
sacralizar la faena cotidiana,
para que en medio de tanto apocalipsis
el gozo y la ternura se salvaran.

Por eso yo te amé, querido humano,
aunque no nos conocimos: porque amabas;
porque diste todo lo que tenías
para que la belleza prosperara.
Porque, en vez de lamentarte de que el mundo
no fuera tal como tú lo esperabas,
remangaste tus brazos vigorosos
y luchaste para que mejorara.
Porque cuidaste a la naturaleza,
porque amasaste para que el pan se horneara,
porque criaste niños, porque hiciste
alfarería con el barro de las charcas.
porque, pudiendo muñirte de cañones,
elegiste forjarte una campana
y alentar con su son a los que bregan
por lo más noble de la especie humana.
Porque, quizás, vamos tejiendo redes,
sosteniendo un mundo nuevo con su trama,
y seamos simplemente parturientos
que pujan juntos para que ese mundo nazca.

Ya lo ves: no estás tan solo en la tarea...

puja conmigo... ríe, puja y canta...

Virginia Gawel

domingo, 15 de febrero de 2015

De uno de mis queridos pacientes

Hace unos años tuve el gran privilegio de tener un paciente que quedó grabado en mi corazón y en mi mente para siempre. Era muy joven, estaba gravemente enfermo, y luchó con una sonrisa en su cara, yendo a rendir sus exámenes a la facultad aún cuando sus fuerzas no le permitían viajar solo y debía llevarlo su familia, hasta que consideró que "ya estaba bien". Cuando falleció, sus adorables, valientes e increíbles padres, nos enviaron, a varios de los médicos que tuvimos el regalo de cuidarlo, varias de las cosas que él había escrito. ¡Extraordinario gesto de amor! Esta es una de ellas - tal cual él lo escribió - y estoy segura que estaría de acuerdo en que la comparta:


"Visionar nos ayuda a dirigirnos hacia lo que realmente queremos, lo que realmente deseamos. En diferentes aspectos de la vida, algunas cosas están al alcance de nuestras manos (siendo muchas veces ciegos de eso)  y otras no tanto, poniéndonos en la posición de elegir como actuar y decidir alcanzarlas o no.

Lamentablemente, o no, incide un factor que no deja de ser importante, que es el “tiempo”. La brecha entre el alcance de  nuestras metas, puede desalentar a cualquiera (en definitiva somos de carne y hueso), y es ahí donde no hay que bajar los brazos (donde implica un sacrificio) y  usarla a nuestro favor tomando fuerzas y haciéndose de todas las herramientas posibles para alcanzar aquello que realmente nos hace bien y anhelamos.

Porque en definitiva no somos nadie si no hay deseo, el deseo de sentirnos bien y ser felices.

No se cuanto tiempo  me va a costar recuperarme, no me interesa, porque estoy convencido que esa brecha es insignificante ante la posibilidad verdadera de  la recuperación, porque estoy convencido de que ella existe, y porque estoy convencido de que la voy a lograr.

Mis deseos no terminan acá, pero por un lado tenían que empezar. Uno siempre quiere mas, ¿Y porque no? Pero es importante ubicarlos primero para aprender a  construir el camino hasta alcanzarlos.

Una vez recuperado, me encantaría, seguir disfrutando de aquellas pequeñas cosas que aprendí durante las circunstancias tocadas en suerte: un abrazo a un amigo, un te quiero mama, cosas pasadas por alto sin ninguna razón, y que construyen nuestro bienestar.

Me gustaría hacer un viaje, es mas ya estamos organizándolo. Recibirme, trabajar.

Me gustaría casarme y tener hijos, no se cuantos, y poder entregarle lo mismo o mas de lo que me fue dado a mi, por lo cual agradezco todos los días.

Me gustaría llegar a viejo y decir esta fue mi vida y sentirme orgulloso por eso.


Soy consciente del largo camino por recorrer porque lo posible puede ser distinto día a día, pero también soy consciente de que se trata de un obstáculo, mucho mas que superable y que  voy a superar."

Él sabía que estaba muy enfermo, y estimo que tenía claro que sus posibilidades de superar esta situación eran pocas. Por eso, este mensaje de esperanza, esta cantidad de sueños que no dejaba de tener, ha sido una gran enseñanza para mí y jamás lo olvidaré.


Dos años

Cuánto tiempo sin escribir....estuve distraída me parece....



Dos años. Sin llamados, sin miradas, sin su mano que se agita en la ventana cuando me voy. Mi madre ha muerto, hace dos años. En un instante,  parte de lo que me identificaba había desaparecido y nunca más volvería. Ya no la vería, ya no me vería, jamás.

La angustia profunda de la ausencia irremediable se ha trastocado por el temor al olvido. Tengo que mirar una foto para recordar cómo era exactamente la forma de su nariz, cuán grandes y claros eran sus ojos, cuán bella era su cara. Ya no recuerdo su voz. Tengo que oler el alhajero donde están sus anillos, que ahora son míos, para atrapar su olor, intacto, entre sus cosas.

Hace pocos días perdí un libro que compramos juntas y al que le pusimos nuestros nombres. Tenía sus anotaciones. Lo he buscado como quien pierde lo más preciado, por el simple hecho de que no quiero perder más nada de aquello que ya no puedo reemplazar.

Lo que me queda es lo vivido, los momentos atesorados en el corazón. Su gesto de ponerme el pelo detrás de la oreja, “estás linda”, decía, la cantidad de recortes, fotos, notas, relativas a momentos importantes de mi vida, que ella guardó, uno por uno, y que encontré luego de que partió.

“Nada se quiere más que los hijos”, me decía. Es cierto, y en este amor desigual madre-hija, quien más me quiso, ya no está.

Miro el cielo, celeste como sus ojos, y me pregunto si me verá. En cada día soleado, en cada noche estrellada, yo la veo. En las risas de mis hijos, en la suave brisa que acaricia mi cara en un cálido atardecer de verano, en el silencio de la noche que me abraza, yo la veo.

Mientras le pongo el pelo detrás de la oreja y le digo “estás linda” a mi hija, no la olvido, sé que ella está en mi corazón, como yo siempre estuve en el suyo, hasta el final.

sábado, 1 de noviembre de 2014

In my daughter's eyes (en los ojos de mi hija)

Para mis amadísimas hijas, Lucía y Carolina..."When I'm gone, I hope you'll see how happy she made me...I'll be there, in my daughter's eyes..."


 

sábado, 23 de agosto de 2014

Cuando sea viejita.....¡me voy a portar así!

Cuando sea viejita, viviré una temporadita larga con cada  hijo... les llevaré tanta felicidad!!, igual que hicieron ellos,  quiero devolverles toda la alegría que me dieron, retornándoles y  agradeciendo cada cosa.

Oh! ¡estarán tan emocionados! 

Escribiré en las paredes con lápices de todos colores, saltaré sobre las camas con los zapatos puestos, jugaré a la casita con  todas las cobijas de casa, beberé directo del cartón de leche y lo dejaré fuera y atascaré los inodoros con papel higiénico.

Cuando estén al teléfono y no me   puedan ver, revisaré y  revolveré todos los lugares, cajones,cajas y cajitas. Oh, harán sonar los dedos y después me harán señas con la cabeza!  Pondré   cara de "yo no fui" y me haré la ofendida. 




Cuando preparen la comida y me llamen para comer, tardaré en  llegar a la mesa para ponerlos nerviosos. No   comeré la   verdura.  Diré lo fea que está la cena, me atragantaré con los   cereales,  derramaré el agua y el jugo, también la leche en la mesa. Y cuando  se enojen lloraré hasta que se desesperen. Je,je,je, ¡¡ya les  quiero ver la   cara...!! 

Me sentaré bien cerquita de la tele,  cambiaré de canal   cuando   quiera, pondré fuerte el programa que  más les  disguste y cruzaré los ojos sólo para ver si me quedo bizca. Luego  me iré sin apagar la tele,   jejejejejejeje...

Antes de acostarme iré a tomar mi vaso   de leche y dejaré entreabierta  la puerta de la heladera, las luces  prendidas y mis zapatos y medias  en el centro de comedor y hablaré  con mis amigas  íntimas   por teléfono aproximadamente media hora   con cada una   contándoles lo bien que   lo   estoy pasando.

Buscaré quien haga las cosas por mi, ya no podré levantar mis  cosas del suelo; no me importa si alguien se tropieza con   mis  zapatos.  Si me piden algún favor, les diré ''YA VA''. Y más tarde,  en  la cama, me estiraré y suspiraré, cantaré mi canción preferida y  pegaré mi   goma de mascar debajo de la cama. Le daré gracias a Dios  con una oración y cerraré los ojos.

Mis hijos me mirarán con una  sonrisa, saldrán despacito   del cuarto y dirán, quejándose:  "¡Es  tan tierna, cuando está dormida! "


Esto me lo pasó mi cuñada Ali, hace más de 10 años...a medida que voy acercándome a esta situación, me parece más vigente.

jueves, 21 de agosto de 2014

Ice Bucket Challenge - Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA)

El "Ice Bucket Challenge" o el "baldazo de agua fría" es una movida solidaria para concientizar a las personas sobre una enfermedad tremenda, neurodegenerativa, llamada Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA). Lo que se busca es llamar la atención sobre esta enfermedad incurable y progresiva, y juntar fondos para promover la investigación científica con el fin de buscar la causa y un tratamiento útil.


Esta iniciativa surgíó luego de que un ex-jugador de béisbol llamado Peter Frates, de 29 años recibiera el diagnóstico. Doscientas personas se juntaron en la plaza Copley, en Boston, USA, y se tiraron encima un balde con hielo, para recaudar dinero.


Una persona que haya aceptado el desafío nomina a otra. Ésta tiene 24 horas para cumplir con tirarse el cubo con hielo, sino, deberá donar dinero. A su vez, esta persona deberá desafiar a otra y así sucesivamente. La mayoría de la gente está haciendo las dos cosas y hasta ayer se juntaron alrededor de 30 millones de dólares destinados a la investigación. 



Me enteré de esta campaña hace pocos días y debo confesar que cuando ví a Bill Gates tirándose agua helada y riéndose me resultó doloroso. Me pareció muy frívolo y una falta de respeto para todos los que hemos sufrido esta enfermedad, en nosotros o en nuestros seres queridos.







Pero después me pareció muy bien porque nosotros vivimos la ELA de mi mamá en una soledad total, la gente no tenía idea de qué era esta enfermedad y mucho menos lo devastadora y desesperante que es. Si esta medida ayuda a conocer más sobre ELA, bienvenido sea. Si también sirve para juntar plata para investigar, también me parece bien.


Lo único que espero es que no se quede en la diversión y frivolidad de tirarse agua y que se hable del tema. Y que la gente que acepte el desafío done plata. Para investigar y para ayudar a los pacientes que lo necesitan, porque las necesidades son enormes.


Las personas con ELA van perdiendo progresivamente la movilidad de todos sus músculos, no pueden moverse, no pueden tragar, no pueden hablar y finalmente, no pueden respirar por sus propios medios. La mente permanece completamente lúcida. El paciente está encerrado en su propio cuerpo.


Mi mamá tuvo ELA y lo transitó con valentía y dignidad y fue un ejemplo para todos.


Ojalá no hubiera un solo paciente más con esta enfermedad.

Navidad 2012